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Pasado, presente y futuro
Por: Manuel Waldo Carrero Becerra

ORÍGENES: Chinácota no fue fundada por nadie, no existe acta formal de fundación, sino que el asentamiento o ranchería indígena se fue transformando en un pueblo españolizado, desde la época de la llegada de Ambrosio Alfinger, el primer conquistador que llegó a estas tierras del actual municipio y del Norte de Santander, por lo cual fue nuestro descubridor y debemos darle el titulo de “Descubridor de Chinácota”. Por ser alemán no debemos discriminarlo y relegarlo por su supuesta o cierta barbarie para conseguir el oro de los indígenas, que también tuvieron los conquistadores españoles, como Hernán Cortés en México con Moctezuma y Cuauhtemoc y en Perú, Francisco Pizarro, con Atahualpa, y muchos casos mas o Gonzalo Jiménez de Quezada en Bogotá. Todos ellos son reconocidos como descubridores y conquistadores de sus ciudades por lo cual en ellas son exaltados con estatuas o dando su nombre a plazas y avenidas.

Esto sucedió según unos cronistas de la época en 1532 y según otros en 1533 y pasaron allí algún tiempo. Alfinger perece al cuarto día de haber sido herido de un flechazo envenenado, según Fray Pedro Simón fue en 1532 y según Juan Friede, gran investigador del archivo de Indias, ucraniano naturalizado en Colombia, en el libro los Welser, y la Enciclopedia Encarta 2002, fue el 31 de Mayo de 1533. En ambos casos queda establecido que pasaron varios días y quizás meses, viviendo en el que tomó el nombre de Valle de Ambrosio. (Ver mapa de 1635 editado en Amsterdam por Wilheim y Johannes Blaeu). Además hay documentos que señalan que Juan de San Martín, quien fue el sucesor de Alfinger, fue el primer conquistador que llegó al valle del actual Cúcuta en 1534, lo que confirma que parte de los alemanes, españoles, portugueses y negros de Guinea con los que había salido Alfinger de San Lúcar, España, en 1528, convivieron varios meses integrándose con los indígenas chinácotas de la tribu de los Chitareros, por lo cual construyeron allí en el sitio de Pueblo de Paja. Las primeras casas, chozas o ranchos, que en 1562 conformó como población don Melchor Gaspar de Campuzano, según Cédula del 11 de marzo de los archivos coloniales, como lo dice el historiador Páez Courvel. Fue constituida como Parroquia el 24 de junio de 1586 con el nombre del santo del día San Juan Bautista y trasladada en 1775 ya con el nombre de Chinácota, al sitio que hoy ocupa por el Pbro. Romualdo Villamizar.

Según la Geografía histórica de Miguel Marciales, Chinácota tenía en 1843 una población de 1833 habitantes (el 40 % de los de Cúcuta que tenía 4590). EI famoso libro Peregrinación de Alfa escrito por Manuel Ancizar en 1850 y 1851, dice: En el Cantón Sur de la Provincia de Santander quedan los Distritos de Chinácota y Bochalema “en tierras magníficas y clima delicioso.” – “Hoy cuenta 2012 habitantes el Distrito entero y el pueblo no pasará de 200, alojados en casas de paja bien desaliñadas,” – “La meseta ofrece terrenos fértilísimos, particularmente para el café” – “En el café se cifra el futuro bienestar de ambos pueblos (Chinácota y Bochalema). Varios capitalistas de San José de Cúcuta y Pamplona lo han comprendido así en vista de ensayos felices, y empiezan a
fundar haciendas”.

PASADO: En 1912 Chinácota tenia 10.059 habitantes (el 52 % de los de Cúcuta que tenia 20.264). Pero la Provincia integrada por Chinácota, Bochalema, Durania, Herrán y Ragonvalia, además de Toledo y Labateca, todas ellas poblaciones vecinas, pobladas y ricas, que económicamente gravitaban sobre la ciudad de Chinácota, alcanzaban aproximadamente la misma población de Cúcuta. Por eso su auge comercial cuya edad de oro duró de 1912 hasta 1930. Era la época del apogeo del café, había llegado a Colombia en 1815, de Rubio a Chinácota, traído por Facundo Villamizar, según los historiadores Febres Cordero “Del Antiguo Cúcuta” y Pedro Eduardo Díaz “Boletín de la Academia de Historia No. 83 de abril de 1912, y esa era la zona de mayor producción en Norte de Santander, por lo cual estaba domiciliada o tenía sus haciendas mucha gente importante y pudiente.

Además del café, Chinácota era el primer municipio productor de tabaco en el departamento, la fabricación de los cigarros era un renglón de producción de muchas fincas que en la casa comercial “La Cosmopolita” se distribuían con la marca “Sólita” y se clasificaban en los “elegantes”, los “pepitos” y los “recortados”.

En la vereda de “Palo Colorado”, principalmente en la hacienda “La Gloria”, se cultivaba la morera para alimentar el gusano de seda para cuya explotación se había fundado “la Compañía Sericícola del Norte S.A.” que operaba en la calle Real, al lado de “La Cosmopolita”.

Con la caña de azúcar se producía panela que en parte era la materia prima para la Fábrica de Licores (Aguardiente), del departamento, ubicada donde después fue el matadero municipal, en el barrio “El Cristo”, y contaba con acueducto propio. Para incrementar el cultivo de la caña, principalmente en el valle de Cuéllar, El Caney y Cañafístolo se constituyó en 1923 una asociación por los propietarios de esas fincas para construir un canal de riego con las aguas de la quebrada Iscalá, cuyo diseño se encomendó al ingeniero Ciro Caballero y en 1927 se había pedido cotización a The Geo L. Squier MF.G. y Co. de New York para la maquinaria de un ingenio azucarero que se montaría en la hacienda Cuéllar, donde primero se montó la maquinaria mas técnica del departamento para el beneficio del café y el ingenio azucarero al fin no se instaló por la crisis d 1930. Paralelamente en 1927 se hizo por el Dr. Vega Rangel, el primer estudio de carbón, en la hacienda Los Latales, hoy Maturín, para el consumo de esas fábricas y para Cúcuta o la exportación por el ferrocarril, desde la estación de La Donjuana, para lo cual se constituiría una compañía.

En la casa de Chapinero, don Francisco Silva, tenía una fábrica donde preparaba la Cerveza Silva, cuyas botellas se tapaban con corcho que tenía amarrado un cordel para destaparla. Se vendía empacada en sacos de fique a razón de 60 centavos la docena.

Con sede en Chinácota, con capital de $70.000, se había fundado la Compañía Molinera de Herrán S.A. y el molino estaba montado en el municipio de Herrán, de donde tomó su nombre, y porque allí se producía mucho trigo.

Según escritura No. 340 de agosto 28 de 1911, se constituyó la Compañía del Alumbrado Eléctrico y Acueducto de Chinácota, cuando aún no se habían fundado en Cúcuta y en Bucaramanga las empresas de Energía eléctrica domiciliaria. (En Cúcuta en 1897 se había fundado la Luz Duplat. pero únicamente para el alumbrado público con 400 bombillas). También suministraba el servicio a Bochalema, siendo esta la primera interconexión eléctrica en el departamento, que se ampliaría a La Donjuana. En 1929, según informe a la asamblea de accionistas el alumbrado solo se interrumpió una
noche durante el año.

En 1906 el Pbro. Luis M. Figueroa trajo la primera Imprenta Parroquial, y editó el primer periódico El Núcleo, que apareció el 10 de noviembre de 1907, dirigido por Francisco de Paula Andrade Berti. En 1909 el Pbro. Pedro Antonio María Andrade, fundó El Heraldito Católico, el más famoso periódico de Chinácota. Muchos periódicos de Cúcuta circulaban primero en Chinácota porque eran editados en la Imprenta Parroquial. Allí también se hacían loscuadernos escolares.

Las microempresas de artesanos eran muchas: La fábrica de fideos de Luis Eduardo Márquez, la de campanas y taller de fundición de Jesús Cristancho, la de canales y tubos de zinc de Rafael Corona, la de violines, guitarras, bandolas y tiples de Eleuterio Pereira, la de herraduras de Crispin y otras herrerías, la de aparatos de diversión (carruseles y ruedas de Chicago) de Ciro Camargo y otra de Ciro Picón, la de monturas, maletas y correas en las talabarterías de los Barajas y José Mogollón, la de sombreros de fieltro de Agustín Ojeda, las de zapatos (hechos a la medida) de Jesús Guerrero Bautista y la de los Castellanos, igualmente a la medida las sastrerías de trajes o fluxes para hombres y las modisterías de trajes para mujeres, la de escopetas de fisto de Marcos Báez en La Donjuana, la curtiembre o tenería de pieles de Martín Corredor para sacar suelas y cueros y fabricación de alpargatas de suela y de fique, con el que también se hacían lasos, brochas y costales; cucharas de madera, canastos de bejuco para recolectar café y otros usos, esteras de inea, enjalmas, sombreros de paja, colchones de paja y de lana, escobas de paja, jabón de la tierra y aceite de tártago (de la higuerilla o mamoncillo), producción de miel de abejas, quesos, dulces y chupetas, varias panaderías, molinos de harina de maíz, de café tostado, varias ebanisterías y carpinterías, talleres mecánicos, y uno de Crisanto López de reparación de relojes de cuerda de pared y los de las torres de las iglesias, varios tejares, ladrilleras, materos y otros artículos de barro; leña, carbón de madera, cal, caliche para blanquear y tierras de colores para pintura.

Por todo esto Gonzalo Canal Ramírez en su libro Los Días de la Infancia, dice que Chinácota era “el modelo de municipio colombiano con vida propia. Era un dinámico epicentro urbano y un núcleo en el casco interno y en la periferia campesina de importantes familias. Una constelación de gentes que hubiera dado luz a cualquier población. Pequeña burguesía urbana y campesina con modales, con estilo, con personalidad, con grato sentido de vivir, dejar vivir y ayudar a vivir”.

El viernes 23 de marzo de 1928 se inauguró la carretera a La Donjuana y sucedió como lo pronosticó desde 1926 mi padre, quien fue el Presidente de la “Junta Defensora de los Intereses de Chinácota” propulsora de la carretera, “Chinácota quedará contemplando el paso de los vehículos y contando con lamentaciones la historia de la que fue rica y floreciente”. También decía sobre la gran crisis mundial que se inició el martes 24 de diciembre de 1929: “La economía se estanca, hay recesión y no hay producción, porque no hay ventas y no hay ventas porque no hay dinero, los precios bajan” – “Peor que la inflación, alza de precios por devaluación, a la que ya estamos acostumbrados, es el estancamiento o paralización” – “No se puede pensar en ampliación o mejoramiento porque se dificulta emprender cualquier negocio. Qué digo! No solo emprender, sino conservar y sostener, siquiera sin notable decadencia, los establecidos ya bien cimentados” – Cuatro años después todavía decía “el capital se regó, nadie paga, y no se cuenta sino con sumas en los libros”. La gente rifaba las fincas y no vendía ni las boletas. Las daba en pago a mitad de precio. Los peones u obreros del campo se ofrecían a trabajar sólo por la comida y muchas veces sin ración de carne. Para complemento en 1932, dice Canal Ramírez, por razones políticas “vino una cadena de crímenes a veces conservadores y a veces liberales”. – “Cuando volví a Chinácota en 1938 era apenas una Aldea despoblada”. Luego vino la llamada “época de la violencia”
al final de los años 40, que fue, usando términos taurinos, el “puntillazo final”.

PRESENTE: El inicio del turismo fue en 1964, cuando estuvo de Alcaldesa María Trinidad Díaz Becerra, quien con el propósito de reconciliar a los habitantes de Chinácota y a otros chinacoteros que habían emigrado a distintas ciudades, organizó a la misma usanza tradicional, las Ferias y Fiestas de Chinácota, que contaron con la colaboración de mucha gente especialmente de la Colonia de Chinácota residente en Cúcuta. Desde la tercera feria se estableció que la Señorita Norte de Santander se eligiera en Chinácota y así fue hasta 1999. Después los desfiles se siguen realizando en Chinácota, pero la coronación se hace en Cúcuta. Se construyó el Hotel Islavita. Se pavimentó
la carretera. Las primeras cabanas turísticas se construyeron en Los Álamos. Se fundó la Corporación Taurina San Nicolás. Se construyó una moderna plaza de toros y se dieron corridas con los mejores toreros del mundo y las mejores ganaderías colombianas. Se construyó el teatro Iscalá, que había debido llevar el nombre toponímico de Cine Cosmopolita, como lo había dispuesto el Concejo Municipal. Hoy son cerca de 1.000 cabanas turísticas contando las nuevas urbanizaciones, y las remodelaciones de casas urbanas y rurales.

FUTURO A CORTO PLAZO: La continuación del desarrollo turístico mediante el mejoramiento de la infraestructura urbana y rural, empezando por la vía La Donjuana – Chinácota – Iscalá y las carreteras veredales. La carretera a El Diamante y la de Ragonvalia. Señalamiento de los sitios de interés turístico e histórico, con placas con los nombres antiguos de las calles, esquinas, parques y plazuelas, los barrios y urbanizaciones, las quebradas y las vías a las veredas. Proporcionar diversiones para los visitantes de las distintas edades y actividades deportivas. Si mejora la situación de orden público y la pacificació del país, fomentar mediante estímulos tributarios y económicos el acondicionamiento turístico de “Haciendas – Hosterías”, (por ejemplo Guayabal,El Caney, Santa Ana, La Libertadora, Iscalá) con sus actividades propias según los climas, como agricultura intensiva con cafetales y la maquinaria para el beneficio del café, caña de azúcar con su trapiche panelero para hacer moliendas los sábados y domingos; huertas caseras con hortalizas y variedad de árboles frutales. Ganadería de especies mayores y menores, con sus establos, ordeños, corrales, etc. Pequeña avicultura y pesca. Animales ornamentales y domésticos. Muy especialmente equitación para niños y adultos. Canchas de bolas criollas y de bolos campesinos. Juegos de salón y cine bar. Mini baterías de cocina para la autopreparación de alimentos. Mini taller y homo de cerámica artesanal. Integrar a los turistas en todas estas actividades buscando su participación de manera segura, didáctica y divertida.

FUTURO A LARGO PLAZO: Ciudad residencial o primaveral vividero, con altura entre 1000 y 2000 metros sobre el nivel del mar y clima entre 25 y 15 grados centígrados. Viviendas unifamiliares dotadas con todos los servicios. ¡Ojo, a la solución del problema cuantitativo y cualitativo de las fuentes de agua del municipio!

Como soñar no cuesta nada, una autopista de comunicación con Cúcuta, que ya llegará hasta los llanos de Corozal. Una nueva vía Chinácota, Cuéllar – Cañafístolo – Curazao, con lo cual su desarrollo llegará por añadidura. Varios Helipuertos en puntos estratégicos. Canchas deportivas, tenis, golf. etc.

Chinácota, agosto 17 de 2002.