Páramo de Mejué una fábrica de agua por preservar

“El Municipio de Chinácota presenta un área de páramo y subpáramo con una extensión de 105,54 Has. Se encuentra ubicada en la parte sur del municipio (en la vereda Iscalá Sur), denominada como Alto de Mejué, que limita con el municipio de Toledo.

“Usos Compatibles: Recreación contemplativa, rehabilitación ecológica, investigación controlada y educación.

“Usos Condicionados: Agropecuarios tradicionales o aprovechamiento persistente de productos forestales secundarios que no implique el corte de los árboles, infraestructura básica para usos compatibles, vías, captación y uso industrial del agua.

“Usos Prohibidos: Agropecuarios intensivos, industriales, minería, urbanización, institucionales y otros usos o actividades como quema, tala, caza y en general acciones que conlleven al deterioro de la base natural de sustentación”.

(Esquema de Ordenamiento Territorial)

“Características Geográficas del Valle de Iscalá

“A 2.800 m.s.n.m., ubicada astronómicamente a 7° 30′ latitud Norte y 72°35′ longitud Oeste, nace la quebrada Iscalá, abandonando el cerro de Mejué en dirección Sur-Norte. El valle desde allí es amplio, cóncavo; cercado al Sur, Oriente y Occidente por cuchillas empinadas y lo bastante inclinado en general hacia el Norte, como para bajar mil metros en los primeros 7 kilómetros de recorrido.

“La quebrada recoge aguas de una franja entre líneas divisorias de 4 a 5 kilómetros, franja que se extiende aguas abajo 27.5 km. hasta su desembocadura, que ocurre en el río Pamplonita, en el sector de “La Donjuana”, a 700 m.s.n.m. La quebrada es el tercer afluente en importancia que alimenta dicho río, después de las quebradas Táchira y Honda. la quebrada tiene dos cuencas bien diferenciadas: La parte más alta se denomina aquí Valle de Iscalá y la más baja, la planicie de Chinácota.

“El Valle de Iscalá es de laderas de fuertes pendientes suavizadas hacia el centro del valle por “extensos y abundantes depósitos coluvio-aluviales de poco espesor”. La mitad más baja está ocupada, en cambio, por “espesos y extensos depósitos de terraza, acumulados en forma torrencial durante el plehistoceno” y que han sido “disecados por el continuo entalle de la quebrada” (Bongcam et al. 1991).

“La unión de la quebrada Pantanos, separada de la quebrada Iscalá por la loma Santa Helena, 8 kilómetros desde el nacimiento, a la izquierda aguas abajo, constituye el punto de división natural entre estos dos valles y al mismo tiempo, la ruta natural de comunicación de los casi 40 km cuadrados que encierra el Valle de Iscalá”.

(Tomado de El Desarrollo de Sociedades Complejas en el Valle de Iscalá, de Víctor González Fernández Ph.D.)